lunes, 26 de septiembre de 2011

Retornando a la Fuente tengo una edificación sana

     Es muy frustrante edificar con fisura, edificar con defectos no es una construcción saludable ni duradera. Y aunque no se vean los desperfectos a simple vista estos pueden ocasionar pérdidas y hasta vidas pues defectos en el fundamento que sostiene una gran estructura puede hacerla colapsar. En el libro del profeta Jeremías capítulo 2:13 afirma Dios que el pueblo cometió dos errores ; dejarlo a El (La Fuente) y cavar (construir) cisternas rotas que no retienen agua.
     Primero se apartaron de El Arquitecto y comenzaron a edificar a su manera resultado fracaso. Una cisterna es un gran recurso especialmente en tiempos de escases como después de una tormenta, ella se convierte en tu fuente de avastecimiento. Pero si está rota pierde su uso, su eficacia, su razón de ser. A nosotros se nos llama en la 2da carta a los Corintios cap.4:7 vasos de barro osea como la cisterna que habla la escritura de tierra, esto nos enseña que somos vasijas que cargamos algo.
     Este mismo versículo dice que es un Tesoro el que cargamos y 2da de Corintios 6:16 dice que tu y yo que hemos aceptado a Jesucristo como nuestro Salvador y Señor somos templo de Dios.
Estariamos de acuerdo que no queremos fisura (heridas) en nuestra edificación pues dejaríamos de retener avastecimiento para una sociedad seca y desértica que nos rodea. Que triste es que alguien sediento como nos muestra Isaias cap.55:1 donde se hace un llamado a todos los sedientos que vengan a las aguas y cuando se acerque a ti y a mi no encuentren aguas porque hay fisuras, heridas y nuestro avastecimiento se secó.
     Cómo puedo identificar en mi vida fisuras y cómo  correjirlas en la edificación de mi vida.
Fisuras, grietas son heridas, falta de perdón, falta de humillarme ante Dios. Mi interior herido me incapacita para amar genuinamente cómo puedo amar con el amor de Jesús si no retengo su amor pues estoy lleno de huecos. El Señor me mostraba como un corazón roto es similar a un vaso con huecos. La Palabra de El Señor dice en el libro de Romanos 5:5 que el amor de Dios fue derramado en nuestros corazones por El Espíritu Santo cuando creimos.
     Esta declaración nos dice que fue un gran depósito el que nos hizo Dios en nuestro interior pero se escapa cuando tenemos heridas que no sanamos. Para el creyente esto es mortal la unción de Dios en nosotros no es otra cosa que el amor de Dios que nos fué depositado en nuestro interior. Las heridas al pasar el tiempo producen grandes grietas esto no lo sana el tiempo lo sana un corazón humillado a Dios que sigue las instrucciones de El que nos diseñó. Si estás leyendo estas lineas y te identificas pero no conoces a Jesús como tu Señor pidele en este instante que venga a tu vida para no cavar mas cisternas rotas y que te perdone haciedote un vaso Nuevo.
     Estaremos pronto compartiedo mas en detalle sobre este tema hablando de la restitución al cual le llamo el el verdadero perdón Divino. En esta hora oro que El Señor Jesús te ayude a identificar cualquier herida o falta de perdón para tratarla y haya sanidad en tu interior para la Gloria del Señor. Amén

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